À LA RECHERCHE DU TEMPS PERDu
Caminando por las islas al amanecer, tomé unas fotos con la poca luz que pasaba entre los árboles, me dirigí hasta el extremo, frente al mar. Por las rocas coralinas, en un momento un tapete de hojas, ciento de miles de hojas de todos los tamaños y de todos los colores. Volví a recordar. Desde un verde tierno, hasta un gris pálido desteñido por el sol y la lluvia arrullaba mi despertar. 
Recordé, como ese niño que vuelve a visitar sus paisajes interiores, el candor del momento que supera toda lógica cartesina y olvida, o recuerda, quién es. Recogí algunas hojas, quizás para preservar un recuerdo de una pasado no tan lejano pero esfumado. Así quizás no olvidaré, los famosos paisajes de mi memoria, aquella infancia infame por más feliz.  
Un subsuelo coralino, sus uvas de playa vientos al mar llorando por él… 
Imágen  Jonathan Weinstein (z’l), Corales en las Islas del Rosario, Érase une vez pero ahoro no, 2015​
1/5, hoja de uva de playa y resina,  11 x 7.3 cm, 2019
 ,

2/5, Hoja de uva de playa y resina, 
13.1 x 9.3 cm, 2019 

3/5, Hoja de uva de playa y resina, 
13 x 9.3 cm, 2019 

4/5, Hoja de uva de playa y resina, 
11 x 7.3 cm, 2019 
5/5, Hoja de uva de playa y resina, 
16 x 13.2 cm, 2019